La historia del rol Budapest
El Budapestlängd, más conocido fuera de Suecia como Budapest Roll, es un postre moderno de origen sueco, a pesar de su nombre húngaro. Se trata de un brazo de gitano o rollo hecho con merengue de avellanas, relleno con nata montada y mandarinas en conserva, que se enrolla y se presenta espolvoreado con azúcar glas o decorado con chocolate. Su textura ligera, su combinación de dulce y ácido, y su estética delicada lo han convertido en un clásico de las fikas suecas, el tradicional momento del café.
El creador de este pastel fue el pastelero sueco Ingvar Strid, quien lo elaboró por primera vez en la década de 1950. Strid dirigía una pastelería en Vetlanda, una pequeña ciudad en la provincia de Småland, al sur de Suecia. Se inspiró en los brazos de gitano tradicionales, pero los reinventó con una base de merengue de avellanas en lugar de bizcocho, buscando una opción sin harina, más aireada y de rápida elaboración. El uso de fruta en conserva le dio además una cualidad práctica y adaptable a todo el año.
El nombre “Budapest” no tiene relación directa con la gastronomía húngara ni con ninguna receta centroeuropea tradicional. Según varias fuentes suecas, Strid eligió el nombre simplemente por su sonoridad exótica y elegante, que evocaba cierta sofisticación. En los años 50 y 60 era común en Suecia nombrar postres y tortas con referencias a ciudades extranjeras como forma de darles un toque de distinción, aunque no hubiera una conexión cultural real.
Este postre pronto se volvió popular en toda Suecia, especialmente en las cafeterías y pastelerías que ofrecían el típico surtido de bollería para acompañar el café. Su bajo coste de producción, su rapidez de montaje y su buen resultado visual lo convirtieron en un favorito de panaderos y hosteleros. Hoy es común encontrarlo en supermercados, vitrinas de panaderías y celebraciones familiares, cortado en porciones rectangulares o vendido entero.
A lo largo del tiempo han surgido variantes del Budapest Roll, aunque la versión con nata montada y gajos de mandarina sigue siendo la más popular. También existen rellenos con frambuesas, fresas o incluso arándanos, y algunos panaderos lo decoran con hilos de chocolate o almendras tostadas. A pesar de estas variaciones, el principio se mantiene: una base de merengue con frutos secos, enrollada con un relleno fresco y cremoso.
Hoy en día, el Budapestlängd es considerado parte del repertorio moderno de la repostería sueca, junto con otros clásicos como el prinsesstårta o el semlor. Su combinación de sencillez, sabor y estética lo ha hecho popular incluso fuera de Suecia, especialmente en países vecinos como Noruega y Finlandia. Aunque no tenga una larga tradición histórica, su impacto en la cultura pastelera sueca contemporánea es indiscutible.