La historia de la tarta de queso Turtle
La tarta de queso Turtle, también conocido como turtle cheesecake, es un postre de origen estadounidense que combina la clásica tarta de queso con los sabores y texturas del bombón “Turtle”, un dulce emblemático en la historia de la confitería de Estados Unidos. Esta versión moderna del cheesecake se caracteriza por estar coronada con caramelo, chocolate y nueces pecanas tostadas, elementos que le otorgan un sabor profundo y decadente, además de su aspecto característico.
La historia del cheesecake tortuga comienza indirectamente en 1918, cuando la empresa DeMet’s Candy Company, fundada en Chicago, lanzó al mercado un bombón llamado “Turtle”. El nombre surgió porque la forma del dulce, con el caramelo derretido envolviendo las nueces y cubierto de chocolate, recordaba a una tortuga. Esta golosina rápidamente se volvió popular en todo el país, convirtiéndose en una marca registrada y símbolo de la repostería industrial estadounidense del siglo XX.
A partir de la década de 1980, en el marco de una fuerte tendencia hacia la fusión y el maximalismo en la pastelería norteamericana, surgieron múltiples reinterpretaciones de postres tradicionales incorporando los sabores “tortuga”. Así nacieron brownies tortuga, tartas, helados, cupcakes y, por supuesto, el cheesecake tortuga, como una forma de elevar el clásico New York style cheesecake a una versión más golosa y sofisticada.
El cheesecake tortuga suele prepararse con una base de galleta Graham o digestive, un relleno de queso crema horneado o sin hornear, y una cobertura generosa de salsa de caramelo, chocolate fundido y pecanas tostadas. En algunas versiones, se intercalan capas de caramelo dentro del propio relleno, o se añade una base de brownie para intensificar el contraste de sabores.
Este postre ganó notoriedad a través de pastelerías especializadas y cadenas de restaurantes como The Cheesecake Factory, donde se convirtió en una opción fija del menú. A día de hoy, su popularidad se ha extendido fuera de Estados Unidos, especialmente en Canadá, Reino Unido, Australia y países de América Latina, donde se prepara tanto de forma artesanal como industrial.
El cheesecake tortuga no es una receta tradicional en el sentido estricto, sino una creación contemporánea que fusiona dos íconos de la cultura dulce estadounidense: el cheesecake neoyorquino y los bombones Turtle. Su origen es moderno, pero su aceptación es tal que hoy forma parte del repertorio habitual de la repostería norteamericana.