Los financiers son unos deliciosos bizcochos franceses de almendra que destacan por su textura suave, esponjosa y un delicado sabor a mantequilla tostada. Estos pequeños pasteles, con forma rectangular o de lingote, tienen un origen histórico que se remonta al siglo XVII. Aunque hoy en día se disfrutan en todo el mundo, nacieron en los conventos franceses y luego se popularizaron en las pastelerías parisinas. Su sencillez y elegancia los convierten en un imprescindible en cualquier pastelería gourmet.
El origen de los financiers se atribuye a las monjas de la orden de las Visitandinas, ubicadas en la región de Lorena, Francia. Estas religiosas crearon un pequeño pastel de almendra conocido como visitandine. Su receta, a base de harina de almendra, se caracterizaba por ser fácil de preparar, tener una textura refinada y ser ideal para conservar durante más tiempo. Así, el visitandine se consolidó como un dulce ideal para las largas jornadas en el convento.
La popularidad de este pastel comenzó a extenderse más allá de los muros del convento y llegó a las pastelerías de Francia. Fue en el siglo XIX cuando los financiers tal como los conocemos hoy en día cobraron relevancia en París. El cambio en su formato y nombre se atribuye al pastelero Lasne, quien trabajaba en una pastelería cerca de la Bolsa de Valores de París. Lasne adaptó la receta tradicional de las monjas para crear un pastel más pequeño y práctico, pensado para satisfacer las necesidades de los hombres de negocios que necesitaban un dulce rápido que no ensuciara.
El nombre financier se relaciona directamente con este entorno financiero parisino. La forma de lingote del bizcocho, que recuerda a los lingotes de oro, y la clientela adinerada de la Bolsa de París hicieron que el nombre calzara perfectamente. Además, los financiers estaban hechos con ingredientes de alta calidad, lo que añadía una connotación de lujo a estos pequeños pasteles.
El secreto del éxito de los financiers radica en la combinación de ingredientes simples pero selectos: harina de almendra, claras de huevo, azúcar, mantequilla tostada (beurre noisette) y harina. La mantequilla tostada, que aporta un sabor a nuez y una textura especial, es el toque distintivo que eleva a los financiers de un simple bizcocho a una experiencia de alta cocina. Además, al estar hechos principalmente de harina de almendra, estos pasteles son naturalmente más ligeros que otros bizcochos tradicionales.
Hoy en día, los financiers son un símbolo de la repostería francesa refinada. Se pueden encontrar en pastelerías gourmet de todo el mundo, a menudo acompañados de diferentes variaciones como pistacho, chocolate o frambuesa. Su versatilidad y elegancia los convierten en una opción perfecta para disfrutar con un buen café o té, o para sorprender en una ocasión especial.