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Madeleines

La historia de las Madeleines

Tiernas y esponjosas madeleines con un toque de vainilla cubiertas de chocolate rubí y rellenas de delicioso confit de frambuesas.

Las madeleines, esas exquisitas y delicadas galletas francesas, tienen una fascinante historia que se remonta a la región de Lorena en el noreste de Francia. Aunque su origen exacto sigue siendo motivo de debate, se cree que estas delicias datan del siglo XVIII. Algunos historiadores sugieren que las madeleines fueron creadas por una sirvienta llamada Madeleine Paulmier, quien trabajaba para el rey polaco Stanislas Leszczyński, duque de Lorena. Se dice que Madeleine creó estas galletas para complacer al duque y a sus invitados, y su nombre pasó a formar parte de la deliciosa receta.

Las madeleines ganaron popularidad a lo largo del tiempo, especialmente en la corte de Versalles durante el reinado de Luis XV. Sin embargo, fue el autor francés Marcel Proust quien contribuyó significativamente a su fama en la cultura popular. En su novela “En busca del tiempo perdido”, Proust inmortalizó estas galletas con su poderoso y evocador pasaje sobre la memoria asociada a su sabor. Desde entonces, las madeleines se han convertido en un símbolo de nostalgia y remembranza.

La receta tradicional de las madeleines incluye ingredientes básicos como harina, azúcar, mantequilla, huevos y ralladura de cítricos, como limón o naranja, que les proporciona su distintivo aroma. La clave para lograr la característica forma de concha es utilizar moldes especiales en forma de concha o almeja, que se engrasan adecuadamente antes de verter la masa.

Madeleines

Hoy en día, las madeleines se disfrutan en todo el mundo y se han adaptado a diferentes sabores y variaciones. Desde las clásicas madeleines de limón hasta las versiones con chocolate, frutos secos o extracto de vainilla, estas pequeñas galletas siguen siendo una deliciosa adición a la repostería. Su textura esponjosa y sabor delicado las convierten en una opción popular para acompañar el té, el café o simplemente como un regalo gastronómico que evoca la rica historia culinaria de Francia.

Sin duda, las madeleines continúan deleitando a los amantes de la repostería con su encanto atemporal y su conexión emocional con el pasado. Así, este postre francés sigue perdurando en el tiempo, manteniendo viva su tradición y siendo una delicia que trasciende fronteras. Gracias a su legado literario y su inconfundible sabor, las madeleines ocupan un lugar especial en la cultura culinaria, brindando momentos de placer y evocando recuerdos de épocas pasadas con cada bocado.