La historia de la tarta Gianduja se remonta al siglo XVIII en Turín, una ciudad ubicada en la región del Piamonte, Italia. En ese tiempo, Italia experimentaba una escasez de cacao debido a los bloqueos comerciales y las guerras que dificultaban la importación de este ingrediente básico para la fabricación de chocolate. Para contrarrestar esta situación, los chocolateros turineses comenzaron a agregar avellanas, que eran abundantes en la región, a sus mezclas de chocolate para extenderlo y hacerlo más asequible.
El nombre “Gianduja” proviene de un personaje de la Commedia dell'arte, una forma de teatro popular en Italia. Gianduja era un títere y personaje folclórico de la región del Piamonte, conocido por su simpatía y astucia. El nombre fue adoptado para esta mezcla de avellanas y chocolate, lo que sugiere una combinación de sabores similar a la personalidad del personaje.
Con el tiempo, la mezcla de gianduja se hizo tan popular que se utilizaba para elaborar diferentes productos, incluidos bombones y pasteles. La tarta Gianduja surgió como una de las deliciosas formas de disfrutar este sabroso ingrediente. Se convirtió rápidamente en una especialidad de la región y comenzó a extenderse a otras partes de Italia y el mundo.
A medida que la popularidad de la gianduja creció, se empezaron a crear distintas variantes de la tarta. Algunas versiones agregaban frutos secos adicionales, como almendras o nueces, mientras que otras incorporaban ingredientes como crema o nata para suavizar aún más el sabor.
Hoy en día, la tarta Gianduja sigue siendo un postre apreciado en Italia y en muchos otros lugares del mundo. Es un tributo a la ingeniosa combinación de ingredientes que surgieron de la necesidad y creatividad de los chocolateros turineses en el siglo XVIII. La gianduja continúa deleitando a los amantes del chocolate y las avellanas, y su legado perdura en la forma de esta deliciosa tarta.