La tarta de manzana y hojaldre tiene sus raíces en la cocina europea, y específicamente en la región francesa. El hojaldre, una masa crujiente y delicada, es un elemento central en esta deliciosa tarta.
La historia del hojaldre se remonta a la Edad Media en el Medio Oriente, pero fue llevado a Europa por los cruzados en el siglo XIII. La técnica de hacer hojaldre se perfeccionó y popularizó en Francia durante la Edad Media, y los franceses se convirtieron en expertos en su elaboración.
Por otro lado, la manzana es una fruta que ha estado presente en la cocina europea durante siglos. Se cultivaban manzanas en varias regiones de Europa y se utilizaban en una amplia variedad de platos, tanto dulces como salados.
La combinación de la masa de hojaldre con manzanas como relleno dio lugar a la tarta de manzana y hojaldre. La receta se fue perfeccionando con el tiempo y se difundió por toda Europa. Cada región y país añadió su toque característico a la receta, lo que llevó a la creación de diferentes variantes de la tarta de manzana.
Hoy en día, la tarta de manzana y hojaldre es un postre popular en muchas partes del mundo y sigue siendo apreciada por su combinación de sabores y texturas. Es una manera deliciosa de disfrutar de la dulzura de las manzanas y la crujiente capa de hojaldre en un solo bocado.