Tarta de albaricoque con rejilla

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1. Crema pastelera

   • 400 gr. de leche entera
   • 60 gr. de yemas de huevo (4 uds.)
   • 50 gr. de azúcar avainillado o blanco
   • 35 gr. de maicena
   • 30 gr. de mantequilla
   • 5 gr. de vainilla

   • En un cazo, calentamos a fuego medio la leche junto con la vainilla hasta que rompa el hervor.
   • Mientras tanto, en un bol, mezclamos con unas varillas la maicena, las yemas y el azúcar hasta obtener una mezcla uniforme y sin grumos.
   • Cuando la leche rompa el hervor, la vertemos en forma de hilo sobre la mezcla de yemas, integrándola con las varillas sin dejar de remover. Devolvemos la mezcla al fuego y cocinamos a fuego medio hasta que espese.
   • Una vez haya espesado, retiramos del fuego, añadimos la mantequilla y mezclamos bien.
   • Vertemos la crema pastelera en un recipiente, colocamos papel film en contacto con la crema y dejamos que se enfríe completamente. Reservamos en la nevera hasta su uso.

2. Masa fermentada

   • 250 gr. de harina de fuerza
   • 125 gr. de leche entera
   • 50 gr. de huevo (1 ud.)
   • 50 gr. de mantequilla
   • 30 gr. de azúcar avainillado o blanco
   • 15 gr. de levadura fresca
   • 4 gr. de sal

   • En el bol de la amasadora, mezclamos la harina, la leche, el azúcar, el huevo, la levadura fresca y la sal.
   • Amasamos durante 10 minutos a velocidad media hasta que la masa esté lisa y homogénea.
   • Agregamos la mantequilla fría en trocitos pequeños y seguimos amasando 10 minutos más, hasta obtener una masa brillante que se despegue de las paredes del bol.
   • Pasamos la masa a un bol limpio y la dejamos fermentar a temperatura ambiente hasta que duplique su volumen.

3. Montaje

   • 700 gr. de albaricoques maduros
   • 30 gr. de azúcar glas
   • Un poco de brillo neutro

   • Lavamos muy bien los albaricoques maduros y los cortamos por la mitad.
   • Cuando la masa haya duplicado su volumen, la volcamos sobre una superficie ligeramente enharinada y la dividimos en dos partes: una el doble de grande que la otra (aproximadamente 33% y 67%).
   • Estiramos la parte más pequeña sobre papel de hornear hasta dejarla de unos 2-3 mm de grosor, y la llevamos al congelador.
   • Luego, estiramos la otra parte de masa con un rodillo hasta obtener una circunferencia de unos 32 cm de diámetro y la colocamos en un molde del mismo tamaño.
   • Colocamos peso encima y horneamos a 180 ºC durante unos 8-9 minutos.
   • Pasado el tiempo, retiramos del horno, quitamos el peso y extendemos la crema pastelera sobre la masa, dejando 1 cm libre respecto del borde.
   • Colocamos las mitades de albaricoque boca abajo sobre la crema pastelera y espolvoreamos azúcar glas por encima.
   • Sacamos del congelador la parte pequeña de masa, cortamos tiras de unos 5 mm de grosor y las disponemos en forma de rejilla sobre los albaricoques.
   • Pincelamos la parte superior de la masa con huevo batido y horneamos durante 25 minutos a 180 ºC.
   • Dejamos enfriar completamente y pincelamos la parte superior con un poco de brillo neutro.
   • Reservamos en un lugar fresco y seco hasta el momento de servir.

Descubre la historia de la tarta de albaricoque con rejilla.

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